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Primera parte: Breve Historia Del Mpreg
“Era el caso averiguar
de qué murió don Simón,
si de parto o sarampión”[1].
El Mpreg tiene raíces muy antiguas tanto como mero deseo,
deseo erótico, fantasía o expresión. Los primeros relatos
no corresponden a las slashers, sin embargo, son ellas quienes se han apropiado
de esta literatura y la han cobijado en su seno cuales guardianas de un celoso
secreto milenario que en muchas ocasiones ni ellas conocen, sobre todo en el
fandom slash de habla hispana. Por ello el Mpreg es un género y no una
advertencia, ya que tiene un desarrollo histórico, cultural y universal y no
hay que prevenir sobre nada porque no es un peligro ni una amenaza (excepto
para el mainstream y el heteropatriarcado).
“Melody:
dime como puede ser peligroso algo tan... hermoso.”[2]
En este tenor, el Mpreg también ha rebasado los límites de
un género literario y está formando, principalmente en lengua inglesa, un
fandom propio pero aún en crecimiento y surgido a partir de los relatos slash y
la literatura homoerótica en general. Esto lo podemos ver con el surgimiento de
foros como “Central Mpreg” o “Archivo Mpreg”. En facebook existen algunos[3]
pero no tienen un gran impacto, a diferencia de los de livejournal[4].
En este tenor tenemos que en el slash las fanáticas del Mpreg son un híbrido de
ambas subculturas: el slash y el Mpreg.
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Prehistoria
Pero retrocediendo en el tiempo, me aventuro a decir que
esta idea pudo haber surgido en la mitología de muchos pueblos, y que desde
tiempos remotos ha sido una fantasía de lo que hoy vemos como dos sexos en
nuestra especie.
Esto se expresa sobre todo en el libro “Historia de las
mujeres: una historia propia”[5], en el
capítulo que explora de forma psicológica el por qué los hombres dominaron
sobre las mujeres a partir de la Edad Antigua. La respuesta de este libro (no
voy a generalizar ni dar por sentado que sea o no el único factor) es que
sienten envidia de diversas maneras ante el cuerpo de la mujer y que no pueden
asegurar que su descendencia es suya salvo que limiten a la mujer en cuestión.
“Entre las interpretaciones psicológicas de dicho fenómeno
descuella la que se supone 'la existencia de la envidia del embarazo por parte
de los hombres', teoría especialmente desarrollada por F. Boehm, E.Fromm y,
sobre todo, B. Bettleheim”.[6]
James Morris, corresponsal del Times en el extranjero
escribió "Hoy sé que mi mayor anhelo entonces era llegar a ser madre algún
día, y que mi extraordinario interés por la partenogénesis en realidad era un
reconocimiento de la imposibilidad del fenómeno. Hasta que por fin llegué a la
edad en que hubiese podido ser madre y puesto que eso no estaba a mi alcance,
hice lo más sencillo y me convertí en padre". Posteriormente se operó a
los 35 años para asentar su género femenino.[7]
También menciona que la “maternidad” definida como el poder
de concebir se empezó a convertir en propia de la mujer, mientras que ellos
tuvieron que buscar una función específica para tener importancia dentro del
grupo que habitaban; ante ello buscaron actividades que “pudieran sentir
como propias”[8]
y posiblemente aislaron a la mujer de actividades que se dirigieron hacia la
creación de la guerra, de la cual se empezaron a apropiar en ausencia de los
factores femeninos de una cultura matriarcal. Aún así, en mi opinión ese poder
femenino originario no justifica el patriarcado, porque la supervivencia de
nuestra especie no depende de la dominación de ningún sexo, sino de la igualdad
y mutua participación.
“El mito o fantasma del hombre preñado entraña el doble y
contradictorio afán de restaurar una conexión con un primigenio estado de
totalidad y […] compatibilidad […], y de afirmar, a veces en tono de agonística
reivindicación del privilegio genético y consiguiente primacía moral (y
política), la independencia masculina y la hostilidad hacia un supuesto, acaso
imaginario, matriarcado opresor...[9] La mención de esta “envidia”
refuerza la hipótesis psicológica de Bettleheim y otros psicoanalistas que
explican los ritos y mitos que venimos exponiendo por el esfuerzo de los
hombres para hacerse iguales a las mujeres y apropiarse del poder de
procreación detentado por ellas...[10] Aunque es demasiado totalitaria
y sistemática, la teoría “matriarcal” de Bachofen tuvo, por lo menos, el mérito
de subrayar la importancia de los antagonismos entre sistemas de descendencia
[civiles, basados en los apellidos] y uterinos, y de los problemas de filiación
(que hoy ya no se conciben exclusivamente con un enfoque evolucionista) y
varios folkloristas y antropólogos han notado que el parto fingido corresponde
en muchos casos a ritos de adopción o de integración y legitimación.”[11]
A su vez, esta última idea, la de la adopción, la
integración y la legitimación, evoca la idea de la covada. En palabras de los
Colaboradores de Wikipedia, la covada es: “(del francés couver 'incubar'),
costumbre por la que la madre, durante el nacimiento de un hijo o
inmediatamente después, le cede el lecho al padre. A veces consistía en la
entrega del bebé al padre por parte de la madre para que éste se ocupara de él.
En muchas sociedades, la función social de la covada es reafirmar el papel o la
legitimidad del padre. Se suele asociar con sociedades matriarcales o matrilineales.”[12]
La covada no es propia solamente del humano, también está
presente en otras especies, sobre todo cuando se trata de una pareja de dos
machos o en casos como el de los pingüinos, en que el macho se encarga del
huevo mientras la hembra va a buscar comida.
Muchos de los cuentos de Mpreg a lo largo del tiempo “evocan
la covada que tantos comentarios y polvareda polémica viene suscitando desde
hace más de tres siglos.”[13]
Respecto a esto, algunos como Johann Jakob Bachofen (autor de la primera monografía sistemática
sobre el matriarcado) opinan que “la covada tiene su origen en el
tránsito de las primitivas sociedades matriarcales a las patriarcales. [En
donde] los hombres trataron de conquistar el poder, que por razones religiosas
(culto a las deidades femeninas, y religiones telúricas), estaba en manos
femeninas. Para ello fingían ser mujeres, y de ahí nace la costumbre de la
covada, según la hipótesis evolucionista de este autor.”[14]
Este tipo de ideas sobre el Mpreg siguen siendo válidas; de
hecho, muchos de los que conocen el Mpreg de reproducción asistida se asustan
porque “quieren quitarle a la mujer algo que le corresponde o que es suyo”.
Otras opinan que “para eso está la mujer”. En aras del feminismo, con temor a
caer en una de tantas corrientes del mismo, me pregunto ¿tener hijos es lo que
nos hace mujeres? ¿Para eso estamos?
Hay quienes piensan que el hecho de que “una divinidad
masculina dé a luz es sinónimo de un mito inventado por intereses políticos que
la religión favorece para justificar y legitimar la patrilinealidad en contra
de las leyes sucesorias del matriarcado... y se promueven tales modelos para
legitimar… la herencia a un usurpador varón de un poder o una herencia que se
transmite por vía matrilineal. E implica la eliminación del Principio femenino
en el panteón, para arrebatarle el poder también a la mujer en la sociedad...
el embarazo masculino le atribuye al varón el poder como una manera de asumir
la paternidad y tratar a los descendientes como si los hubiera parido; para
explicitar que el varón cumple su papel como si fuera una mujer y para
justificar la atribución por parte del patriarcado de la capacidad masculina de
crear vida, en contra de los usos sucesorios del matriarcado y para legitimar
la patrilinealidad.” (Mitos que recuerdan el
matriarcado)
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A mí me parece que esta fantasía ha estado tanto en hombres
como mujeres no durante siglos, sino durante milenios, independientemente de su
género o su sexo biológico.
“[Los cuentos analizados nos] inducen a pensar que nos
encontramos ante un caso muy interesante de preservación de un sustrato
narrativo arcaico, quizá revelador de la forma occidental primigenia del tema.”[15]
De esta manera se empiezan a desarrollar los primeros
cuentos sobre el Mpreg, la mayoría de ellos perdidos seguramente entre las olas
del tiempo. Personalmente, no creo que esta historia sea lineal. Pienso que los
cuentos se han creado desde diferentes perspectivas, los que iban contra el
matriarcado y los que los que reafirmaban el matriarcado.
Posibles ideas heredadas ya desde esa época son el huevo y
la calabaza, que aparecen en muchos de los cuentos del Mpreg de la Edad Media,
del Renacimiento e incluso actualmente. En este sentido, se puede hacer un
análisis del Mpreg a nivel de semiótica y la utilización de estos símbolos que
con el paso del tiempo se dejaron de entender, relegándose al subtexto.
“Se denuncia, más exactamente, la confusión entre el huevo y
la calabaza. Ambos aparecen con harta frecuencia en los relatos de 'locos' y
ambos tienen función genética: no solo evoca la calabaza -como el huevo huero-
una cabeza vacía, sino que está asociada en varias culturas de Asia y África
([probables] herederas
de un fondo subyacente de representaciones prehistóricas) con ideas y creencias
relativas al nacimiento y a la cosmogonía. Símbolo femenino y uterino, la
calabaza debe ser rota y su destrozo representa a la vez el coito y la creación
del mundo.”[16]
Recuerden el huevo, va a ser importante en esto del Mpreg.
¿Han escuchado que los cuentos de hadas no son solo cuentos de hadas, sino que
tienen significados muy profundos? Lo mismo pasa con el Mpreg. Tiene esa
tendencia. Y ahora sé que quiere decir que se rompa la calabaza de Cenicienta.
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Edad Antigua
Fuera de ese asunto tan peliagudo y discutible del inicio de
patriarcado, podemos seguir con la historia hasta llegar a la Edad Antigua y
salir del inicio de la agricultura y el sedentarismo donde tiene lugar lo antes
dicho. Así pues llegamos a la mitología griega, nórdica e india y
posteriormente la judeocristiana, que son las más destacables en cuando al
desarrollo de un Mpreg Antiguo o al menos de las que se tienen más registros
documentales históricos.
Uno de los primeros relatos de los cuales se tiene noticia
proviene de lo que hoy se considera Proto-ciencia ficción por el escritor
griego Luciano, en “Historias Verdaderas”, que fue escrito entre 120 a.C y 185
a.C aproximadamente, en la cual “se narra un viaje fantástico en el que el
protagonista es arrastrado por un tifón a la Luna, donde vive una sociedad de
hombres que está en guerra con el Sol. Tras destacarse en el combate, el rey da
en matrimonio a su hijo al héroe. En la Luna todos son varones y se reproducen
gracias a que los niños crecen de plantas que son sembradas plantando en el
suelo el testículo izquierdo”.
Caso que no sé si fue reproducido por accidente o por
conocimiento cuando Nappa planta en la tierra a los Saibaiman en Dragon Ball Z
de Akira Toriyama. Y aunque en la historia de Luciano no se carga con el
producto en el organismo de uno de ellos, sí hay una fecundación de huevos de
forma externa a partir de un individuo considerado macho (como en el caso de
los peces, ya lo veremos más adelante).
Dentro de la mitología griega vamos a encontrar primero a
Crono, también conocido como Cronos y fusionado con Saturno en la mitología
romana[17].
Cronos es importante porque a partir del hecho de que devora a sus hijos para
evitar ser derrocado del poder se genera un tipo de Mpreg (el del canibalismo).
Y se vuelve más significante cuando se le obliga a vomitar a sus cinco hijos
(excepto Zeus). Lo cual quiere decir que los llevó creciendo en su vientre
durante un tiempo.
Cronos no solo fue representado en la mitología griega sino
también en varias pinturas posteriores a esta época, lo cual nos permite
rastrear el Mpreg en las bellas artes a partir de “Saturno devorando a sus
hijos” de
Pedro
Pablo Rubens, 1636,
Giambattista
(Giovanni Battista) Tiepolo,
1696 – 1770,
Francisco de
Goya, 1819 – 1823,
Yasumasa Morimura, 2001,
Laurie Lipton con “Love
Bite”
(reinterpretación del motivo), 2002,
François Launet con “Goya”, 2002,
Chad
White, en Deviantart, 2002,
Juan
Pablo Zamora, 2007,
Vicin Ruiz,
en Flickr, 2009,
Mariana
Zamarbide, en un autorretrato, 2010,
Chvalauria, en Deviantart, 2010, y también
en un Grafiti imitando a Goya,
por mencionar algunas entre tantas.
En la cerámica y la escultura lo encontramos en:
la estatua que se encuentra en el Parque
El Capricho, en Madrid,
“La
fantasía aislada de la razón”
de Javier Abrego, 2008,
entre otras tantas creaciones a partir de este personaje y
su acción (las interpretaciones psicológicas de los autores, por qué las
crearon o cómo ven la obra de Goya o la mitología griega y sus significados
modernos y reinterpretaciones, me los saltaré deliberadamente pues son otro
cuento).
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Este tipo de “dar a luz” (no de pregnancia) lo podemos
observar repetido de nueva cuenta en la serie de Akira Toriyama con Pikoro
Dai-ma-ku y los namekianos (los cuales a pesar de no tener sexo se les
considera hombres) o con Cell en cuanto a que devora a los gemelos androides (y
no olvidemos que puede auto reproducirse -Cells Junior- y que hereda
características de los namekianos) en Dragon Ball y Dragon Ball Z
respectivamente.
El tipo de Mpreg que representa Chronos es el de devorar[18]
el cual está relacionado a la vorarefilia, que es el gozo con fantasear que uno
es devorado vivo; estas personas se excitan al imaginar que son digeridas vivas
lo que al parecer tiene su origen en la deglución de alimentos, que no se ve
como alimentación, sino como erotismo.
Después tenemos a Zeus, el todo poderoso del Olimpo, dios
supremo de una religión politeísta muy influyente hasta la fecha y en la
literatura barroca mexicana. Zeus engendra primero a Atenea. Tal y como
imaginan, los productores del anime de FLCL siguen este gran ejemplo, en el cual
algunos juran que lo que Zeus tenía con Atenea fue un dolor de cabeza, sin
embargo, el hecho de que algo nació de él está allí. Luego dio a luz a Dionisio
(también conocido como Baco o Dionisos[19])
de su musculatura.
En este caso, la fantasía de Zeus pudo haber tenido cabida
en la hipótesis reproductora de Hipócrates “el cual se inclinaba hacia la
pangénesis, idea según la cual cada parte del cuerpo de cada progenitor
transmite algún aspecto de sí misma; las representaciones de las diversas
partes forman un fluido o semilla reproductora; y la concepción consiste en
conjugar según proporciones y fuerzas, esas sustancias germinales”[20].
Se dice que Zeus dio a luz a Atenea tras matar a la madre,
su esposa la diosa Metis, que estaba embarazada de Atenea y Zeus la devora. Y
en otro mito se narra que Zeus da la vida a
Dionisio/Baco por su costilla, tras arrancar el feto del seno embarazado de la
diosa Semela, víctima de su esplendor, e insertársela en su costado. Por lo que
Dionisio salió de una costilla masculina.
Otro mito griego narra que Urano engendro a su
descendiente Urania (diosa de la procreación) sin madre, por partenogénesis,
mito que encarna la independencia de los hombres de las mujeres y posiblemente
su “superioridad” en un nuevo espíritu de patriarcado.
Un caso más en épocas remotas lo tenemos en la mitología
nórdica, prueba de que el Mpreg es una fantasía ancestral y que trasciende
fronteras de diversas maneras. En esta mitología tenemos un villano de esos que
nos encantan, estilo Slytherin: astuto y temible. Su nombre es Loki.
Loki tuvo varios hijos, no se precisa cuántos, pero en
alguna de esas ocasiones se convirtió en “hembra” para
poder engendrar con un caballo macho de nombre Svaðilfari (¡antecedentes del Mpreg
Furry!). Loki une varias formas del Mpreg y desmiente otras. Es muy sonado en
las opiniones en contra del Mpreg que el hombre perdería su 'masculinidad', su
atractivo o su 'virilidad' teniendo un hijo de sus entrañas o comportándose
'afeminadamente', pero este 'comportarse como mujer' tiene más que ver con el
amaneramiento, el cual está en hombres y mujeres, no solo en uno. Démosle
cualquier sentido al 'afeminamiento', lo cierto es que no es ni mejor ni peor
que la 'masculinización'. También hace referencia a 'debilidad' y roles de
género establecidos socialmente hacia las mujeres. Y el embarazo se relaciona
directamente con esos estándares y una subyugación del 'segundo sexo'[21].
Lo cierto es que debemos dejar de ver así el embarazo en primera estancia. En
la mitología es claro que Loki no tenía amaneramiento y no se consideraba a sí
mismo mujer.
Loki también pone de manifiesto la transexualidad y es
importante mencionarlo porque a la hora de criticar el Mpreg se usan muchos
argumentos transfóbicos e intersexfóbicos. Sobre todo esto último, y les
tengo noticias: ¡los intersexuales y hermafroditas existen! y están dando caña
con el activismo intersexual. Tanto es así que existe la Organización
Internacional Intersexual[22].
Esas fobias no nos llevan a nada objetivo. Es como criticar
al fandom slash con parámetros homofóbicos. Lo cierto es que este tipo de críticas
a “los malos fics” (donde se dice, “es que el personaje sería un monstruo”, “no
creo que a Harry le gustase Draco si tuviera vagina”, “sería antinatural” y
cosas por el estilo) deben cesar. En el slash hemos logrado traspasar la
barrera de la idea de “la homosexualidad y la heterosexualidad excluyentes”,
pero en el slash Mpreg se trata de traspasar la barrera de “los cuerpos hembra
y macho excluyentes”.
Así pues, Loki valida el Mpreg desde la antigua cultura
nórdica y a su vez sigue siendo temible, astuto, hábil y villano hasta el
final.
“En muchas culturas “primitivas” el personaje mitológico del
Trickster o Décepteur [Tramposo] aparece como una especie de demiurgo [es la
entidad que sin ser necesariamente creadora es impulsora del universo] o héroe
civilizador (aunque a veces se le presenta sólo como un fripon divin
(brivon/picaro divino) o proto-loco que no origina más que catástrofes de
desajustes). En varios casos es bisexual: se disfraza de mujer, se casa con un
hombre e incluso alumbra.”[23]
Ahora visitemos las culturas indio-europeas y veamos que se
ha escrito al respecto:
“En el mundo Indo-europeo también floreció el tema desde
la antigüedad. En la India conoció un desarrollo mitológico especial, y son
manifiestas su relación con las concepciones cosmogónicas (el primer “hombre
preñado” es Prajapati, el dios creador, que produce todo el universo a partir
de su propia sustancia), su importancia en la religión y sus incidencias
rituales. Pero también se suele asociar a personas reales como los yoguis
[practicantes avanzados de Yoga –un ejemplo es la leyenda del asceta Urva; así
como a los hijras][24] o a
figuras histórico-legendarias como ciertos reyes [Ya apuntaba Aristóteles que
la enfermedad “femenina” que aquejaba a los Enareos escítios era enfermedad de
reyes][25].
Contadas veces tiene matiz burlesco o satírico y en ciertas ocasiones cobra una
dimensión trágica, como ocurre cuando se debe inclinar la fantasía ante el
determinismo fisiológico real[26]. En
relatos mitológicos y folkloricos corrientes en otros sectores de cultura
indoeuropea aparece también el hombre preñado, con un tinte cómico (En el caso
de Loki, el trickster de la mitología escandinava), heroico, o propiamente
teológico”.[27]
Así pues, estos dioses tienen ciertas características y repiten
algunos de los medios de preñez ficticia mencionados en otras culturas.
“Varios dioses como Agni y Vishnu comparten el carácter
andrógino del Ente Primordial y conocen el parto masculino. En el movimiento de
la Bhakti, la relación amorosa e iniciática que une al dios con el devoto se
proyecta en la imagen de un dios que traga al hombre que lo adora, lo recoge en
su seno y lo vomita o pare (compárese con el tema de la absorción por un dragón
en los relatos iniciáticos: el regressus ad uterum precede de un
renacimiento)... La relación del discípulo y del gurú transforma a éste en
padre y madre de aquél, ya que simbólicamente lo lleva tres días en su vientre
y le da nuevo nacimiento. (Es el significado de la ceremonia upanayama). Este
concepto es la base de la famosa leyenda de Kaka y Kavya Usánas: al parir a su
alumno, del que está embarazado por haber tragado sus cenizas, el maestro le
enseña el secreto de la resurrección.”[28]
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Otro
caso se da en África, veamos:
“En África, el décepteur es más bien encarnación de la metis
(consejo), y tiene significación social más que cosmogónica: personaje débil,
pero astuto consigue triunfar sobre los potentes, pero a veces se excede y
comete transgresiones o trata de imitar proezas ajenas y fracasa. Esto ocurre,
por ejemplo, cuando Araña, después de una riña doméstica decide procrear un
niño por si solo: bebe una medicina que le infla la barriga. Quiere dar a luz,
pero el vientre se le revienta y muere. En estas narraciones se admite la
existencia de una ley física y orgánica que la magia no puede transgredir: el
mito se transforma en cuento “realista” (como fabulas), y la preñez masculina
se considera pura ficción, artimaña de astutos o ilusión de tontos”[29]
Esto
último relaciona al Mpreg con los chamanes, ya que ese nacimiento “antinatural”
tiene que ver con una extracción mágica:
“La iniciación y la carrera del chamán incluyen muchas veces
la reversibilidad sexual y la teórica facultad de dar a luz. -- El tema del
niño embarazado se ha localizado en una serie de mitos americanos sobre el
origen de los poderes chamánicos--”[30] (Eso me dice que Shaman King era
más de lo que se veía y un universo de fanfiction fértil para crear mucho
Mpreg.)
Incluso en la versión esquimal[31]
de un cuento (“Riddle: a fish was my father, a man was my mother...”), una
vieja hace posible el parto gracias a un sortilegio, pero un hombre queda
embarazado por haberse comido un pez mágico destinado a su esposa. A él le sale
una niña de la rodilla[32]. Éste es
un embarazo por absorción de una semilla o de un fruto maravilloso (¡One
Piece!) el cual es un motivo muy empleado en el folklore y se puede dar tanto
en hombres como en mujeres[33].
En otras culturas también se manifiesta el Mpreg:
“La
leyenda antigua de los Enareos, adivinos escitas afeminados, antepasados
de los chamanes siberianos y americanos, la del nacimiento de Batraz en el
folklore narrativo oseta (su madre “transmite” el germen a su padre, que
le dará a luz por parto cesáreo) y el famoso ciclo irlandés de la
“Novena de los Ulatas” (guerreros afligidos ocasionalmente por una debilidad
análoga a la [del parto]). En [estos] tres casos se alude a las consecuencias
de la maldición echada por una diosa ofendida.”[34]
Como
buena friki no puedo evitar fijarme en Gensomaden Saiyuki y la utilización de las diosas.
Además, la mangaka de este anime tiene un poco de semiótica de Mpreg en su obra
Stigma. Otro caso interesante es Danny
Phantom con Desiree, un fantasma que evoca al genio de la lámpara maravillosa
de Aladino en las Mil y Una Noches (que también tiene un cuento de Mpreg) y que
cumple cualquier deseo. Otro caso es Oh Mi Diosa! donde el uso de estas entidades es más que notorio. Todos
estos son universos potenciales para el Mpreg, pero entre ellos, donde más
Mpreg se ha creado a partir del canon del fanfic es Danny Phantom.
En estas mitologías “el embarazo masculino se da por
absorción, autofecundación, transferencia de germen o a transformación
provisional en mujer, se trata de un fenómeno considerado “real”: la
transgresión de la ley natural no plantea ningún problema [casi en ninguno.
Aunque] es de señalar que esto no ocurre solamente en mitos, sino también en
cuentos, leyendas y probablemente creencias populares más recientes.”[35]
Por último, tenemos otra interpretación en la literatura
antigua de la cultura judeocristiana. Interpretaciones, porque la visión social
de cada época es distinta a la nuestra. Por ejemplo, el Mpreg de la mitología y
literatura de la Grecia antigua surge entre la visión de una serie de
costumbres, formas de ver la vida, la religión, la ciencia, incluso la idea de
un sexo único, donde las mujeres son como un hombre imperfecto que desarrolla
el pene (la apertura vaginal) y los testículos (trompas de Falopio) de forma
interna y no externa. Muy diferente a la interpretación que hoy hacemos en el
tenor de dos sexos biológico-sociales, que oscilan hasta cinco en las teorías
de género.
Con suerte lo que queda a los historiadores y antropólogos
es testificar esas visiones, antes que aventurarse a interpretar un fenómeno
con nuestra visión social actual, contaminando las muestras del pasado con un
margen de error sumamente variable y nada objetivo.
Sin embargo, antes de entrar a la mitología de la religión
judeocristiana es necesario crear otros antecedentes, ya que esta mitología ha
estado presente desde la caída del Imperio Romano, atravesando la Edad Media y
conectándonos con el Renacimiento y siglos posteriores.
No todos los cuentos que presentamos en este apartado tienen
que ver directamente con la cultura de la Edad Antigua, pero sí tienen orígenes
en ésta que no permitieron que los separásemos, o no tienen un origen preciso,
como sucede con muchos cuentos y leyendas.
Este es un texto creado
[1]
François Delpech. La patraña
del hombre preñado: algunas versiones hispánicas , 1986.
p. 553.
[2]
La sirenita II, versión latina.
[3]
De enero a marzo del 2011 se
abrieron las primeras dos páginas en español para este género, “Comunidad Mpreg
Hispanohablante” y “Fanfics con Mpreg X3”.
[4] LiveJournal tiene una comunidad Mpreg
próspera y activa. El material se publica en comunidades de Mpreg (algunas
específicas para un fandom, algunas multi-fandom), en comunidades de fanfiction
en general, y en diarios personales. El
Mpreg ha encontrado apoyo en LiveJournal por la explosiva popularidad que tiene
allí el crack!fic, y la capacidad de crear comunidades sólo para este material
en las que tiene menos probabilidades de ser criticado por aquellos a los que
no les gusta el género. Eso ha contribuido a normalizar y evitar el desprecio
por el material. Tomado de: http://www.fanhistory.com/wiki/Mpreg. Traducción de
Mullu.
[5] Bonnie S. Anderson y Judith P. Zinsser. Historia de las mujeres: una
historia propia. España: Editorial Crítica, 1991.
[6] François Delpech. Op. Cit. p.
587.
[7] Karin
Hertzer y Christine Wolfrum. Por qué los hombres se equivocan y las
mujeres se confunden. España: Ediciones
Robinbook, 2003.
[8] Sin
embargo las actividades no son propias de nadie, todos podemos hacer de todo.
Aquí empiezan a crearse los roles de género.
[10] François Delpech. Op. Cit. p.
587.
[12] Colaboradores
de Wikipedia. Covada. Wikipedia, la enciclopedia libre. Consultado el 10 de
enero de 2011.
[13] François
Delpech. Op. Cit. p. 587.
[14] Colaboradores
de Wikipedia. Covada. Op. Cit.
[15] François Delpech. Op. Cit. p.
587.
[16] François Delpech. Op. Cit. p.
567.
[17] Como Saturno era una figura
importante, en Roma se celebraba la Saturnalia, la cual con el tiempo intentó
ser sustituida por el cristianismo y se convirtió en Navidad y Año Nuevo (ahora
tengo un nuevo por qué para festejar). De igual manera el día sábado en inglés
significa “Día de Saturno”.
[18]
Central Mpreg. En el post de CroydCrenson “Ancient Mpreg” se menciona como
“Vore”.
[19]
Magaly Villalobos. A puntadas: Cuaderno de Mitología Griega. 2da edición.
Venezuela: Editorial Alfa, 2006. p. 61.
[20] Thomas
Laqueur. La construcción del sexo: cuerpo y género desde los griegos hasta
Freud. España: Ediciones Cátedra, 1990 (Feminismos).
[21] Todos estos
argumentos demuestran una fobia al Mpreg, misoginia, generismo (creer en dos
sexos mutuamente excluyentes) y machismo, a la vez que hembrismo (¡vaya, hasta
que estos dos extremos se pusieron de acuerdo en algo!), puesto que lo que
creemos propio de la mujer y del hombre no depende plenamente de las hormonas
ni mucho menos, la Antropología de Género ha demostrado que son patrones que
cambian de época a época y de cultura a cultura, siendo algo muy subjetivo.
[22]
Intersexual:
Persona que nace con sexo ambiguo o no fácilmente distinguible. La palabra
“intersexfóbico” se utiliza para resaltar el miedo o generismo existente.
[23] François
Delpech. Op. Cit. p. 572.
[24] El
género no se ve igual en todas las culturas, existen culturas donde hay más de
dos géneros. En la India por ejemplo, hay personas que se consideran Hijras
(eunuco disfrazado de mujer), los cuales son un tercer género y se ven a sí
mismos como un “tipo de mujer”. Incluso en los prostíbulos, los hombres dicen
que si nunca te has acostado con un Hijra no has probado nada. Los Hijras son
XY.
[25] François
Delpech. Op. Cit. p. 578.
[26] Un ejemplo es
la Historia del Vidyadhari que muere de parto. Todavía hoy se muestra en Ajmer
(Rajastán) la tumba del hijra que quiso parir, comió el fruto de un árbol
sagrado fertilizador y murió por no poder dar a luz. François Delpech. Op. Cit. p. 574.
[27] François Delpech. Op. Cit. p.
574.
[28] François Delpech. Op. Cit. p.
574.
[29] François Delpech. Op. Cit. p.
573.
[31] Resulta
interesante que provenga de la cultura de los Inuit (esquimales), de donde
proviene también la identidad de “los dos espíritus” como personas
intersexuales o hermafroditas. También eran conocidos como Berdache o Bardaje.
El término "dos espíritus" implica que un espíritu femenino y otro
masculino viven en un solo cuerpo. Se les veía como seres increíblemente
poderosos, con papeles sociales importantes dentro del grupo.
[32] Nótese
que sucede lo mismo con Zeus.
[33] François Delpech. Op. Cit. p.
575.
[34] François Delpech. Op. Cit. p.
574.
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