Breve historia del sexo, género y
reproducción en la Tierra del siglo XXII al siglo XXVII. Texto tomado del Control
Bibliográfico Intergaláctico.
(Introducción, parte II)
La explosión demográfica
alcanzo su máxima expresión a mediados del siglo XXII. Los gobiernos de ese
momento tuvieron que tomar decisiones que costaron la vida de muchas mujeres,
hombres y sobre todo recién nacidos. Fue el infierno para la gente heterosexual
que en aquel entonces era una población mayoritaria. En algunos países se
convirtió en delito, en otros se penalizaba con cárcel no esterilizarse (muchos
niños empezaron a ser sometidos a operaciones de este tipo antes de llegar a la
pubertad como parte de la cartilla de salud) y solo a ciertas personas
seleccionadas se les dejaba reproducirse.
Se hicieron muchas leyes:
los libros de texto básico cambiaron, los libros de amor heterosexual y romántico
fueron censurados y no aptos para todo público, las películas corrieron la
misma suerte… ahora las empresas dominantes exigían autores que entretuvieran
al público con historias de amor homosexual y confluente.
Con el paso del tiempo las
naciones empezaron a cambiar su moralidad. El concepto “niño huérfano” dejo de
existir. Y la frase “bebé no deseado” cobro un significado de terror. Sin tener
el permiso para reproducirse la condena era la muerte de las personas
involucradas. Las mujeres que no podían tener hijos estaban en la cumbre de su
autoestima, de los deseos y de la sociedad. El significado de “mujer” empezó a
cambiar alarmantemente.
A pesar de estas medidas la
sobrepoblación continuaba pues quienes habían logrado escapar empezaron a
refugiarse en lugares inhóspitos como cuevas e incluso submarinos de forma
organizada. Había barcos que nunca tocaban tierra. Cuando se acercaban a un
puerto solo mandaban pequeñas lanchas de manera clandestina y una nueva forma
de contrabando nació.
Con el paso de las décadas muchos
de ellos (pero no todos) fueron sometidos, los grandes barcos hundidos, las
cuevas asfixiadas y las emergentes ciudades marinas bombardeadas. Mientras que
aquellos que seguían órdenes habían cambiado las pautas sociales hasta entonces
casi estáticas.
Bajo las leyes de tener poca
descendencia la monogamia heterosexual, principalmente,
perdió su estatus moral. Se consideró indeseable, monótona y poco estable. Se animó
a la gente a casarse de forma grupal. Entre más grande el matrimonio más
respeto adquirían los integrantes del mismo y más poder económico ostentaban.
Los más populares, venerados y deseados eran los matrimonios homosexuales y
bisexuales en donde una o más mujeres se casaban con varios hombres
superándolas en número pues la tasa de natalidad era reducida drásticamente
puesto que una persona preñada no puede volver a quedar preñada en un lapso de
tiempo conveniente.
Aquellos en donde uno o más
hombres se casaban con varias mujeres superándolos en número fueron perseguidos
y penados. Se consideraron matrimonios prehistóricos del siglo XX. Algunos de
ellos abogaron y daban pruebas de que ellos se habían esterilizado antes del
matrimonio en cuyo caso se perdonaban sus faltas pero la sociedad seguía tachándolos.
El número de hijos por
matrimonio era una condición innegociable. La esterilización una muestra de
“buen ciudadano”, por lo tanto el aborto
mostraba descuido y era deseado. Y si lograba nacer y era un número de más en
la familia existían dos opciones: ser reivindicado o asesinado. Los embarazos
fuera del matrimonio seguían estas normas y las personas eran obligadas a
casarse con una familia grande o años de cárcel. Sin embargo, estos últimos casos
ocurrían solo en las localidades donde los servicios de salud no eran
accesibles tan fácilmente.
La tasa de natalidad
indicaba que cada día nacían más mujeres que hombres para alivio de muchas
personas (puesto que ellas se reproducían más lento que ellos). Y entonces surgió
la pregunta ¿Por qué penalizar los matrimonios y la diversidad de nuestras
relaciones amorosas y sexuales si la naturaleza es sabia? En las academias los debates éticos y morales
eran la comidilla de cada día.
Lo cierto es que el papel de
la mujer como matriarca empezó a cobrar fuerza. Ellas decidían quien entraba en
el matrimonio ya fuera como co-espos@ o como espos@... Y así, por fin, la
sobrepoblación empezó a menguar en una población que desesperadamente buscaba
igualdad en las nuevas morales.
Cuando la humanidad se
encontró con otras especies extraterrestres en el siglo XXV la guerra y la
hambruna se desataron a nivel global y tres cuartas partes de la humanidad y
otras especies del planeta desaparecieron. Cuando la guerra de los cien años
termino el Imperio Irken se estableció. Entonces corría el siglo XXVI
terrestre.
Fue este genocidio el
catalizador para que las ideas sexuales y de género volvieran a cambiar. El
viejo termino pansexual se rescató de entre otros similares y se introdujo en
la cultura dominante. Cobro un sentido más amplio al mezclarse con dos especies
de tecnología superior.
Ipca
(Mayo 2014)
Imagen de la película: "Cuando el destino nos alcance" (1973)
ATRÁS || TABLA DE CONTENIDO || SIGUIENTE
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Esta pagina es realizada sin fines de lucro. Por favor comenta pues recuerda que los comentarios son nuestra paga.